Las ondas gravitacionales podrían llevar mensajes
– Noticias del 4 de noviembre de 2018 –
Un equipo de matemáticos rusos acaba de publicar un estudio. Según este estudio, debería ser posible codificar un mensaje en ondas gravitacionales. Sin embargo, existe una gran brecha entre la teoría y la práctica. Aunque es posible codificar información en ondas gravitacionales, su estudio no dice cómo lograrlo. Las ondas gravitacionales son débiles y difíciles de capturar. Solo los eventos como la fusión de agujeros negros son lo suficientemente violentos para hacer que el detector reaccione. El problema de la recepción de los mensajes, por lo tanto, parece ya insuperable, pero no es nada comparado con los problemas de la emisión de los mensajes en ondas gravitacionales.
La comunicación por ondas gravitacionales tendría algunas ventajas. La señal no pudo ser bloqueada, lo cual es útil cuando desea recibir un mensaje en distancias muy largas. Las ondas gravitacionales también se propagan a la velocidad de la luz, por lo que sería comparable a las ondas electromagnéticas en términos de retrasos en la comunicación. Si era posible comunicarse por ondas gravitacionales, las ondas electromagnéticas permanecen por el momento mucho más prácticas. Pueden viajar fácilmente las distancias necesarias en la escala de la humanidad. Son fáciles de codificar y capturar.
Nuevos instrumentos científicos para observar las ondas gravitacionales
– Noticias del 24 de octubre de 2017 –
El 11 de febrero de 2016, los investigadores del observatorio LIGO (Laser Interferometer Gravitational Wave Observatory) anunciaron oficialmente la observación directa de las ondas gravitacionales. Este descubrimiento fue galardonado con un Premio Nobel. Esto abrió un nuevo campo de investigación para la astronomía. Las ondas gravitacionales no golpean el material a diferencia de las ondas electromagnéticas, por lo que pueden detectar fenómenos invisibles a los telescopios tradicionales. Los científicos que trabajan en el detector LIGO y el interferómetro Virgo continuaron sus investigaciones: los dos instrumentos científicos pudieron realizar 5 observaciones de fenómenos cósmicos gracias a las ondas gravitacionales. La última de estas observaciones es un poco especial: el observatorio LIGO y el interferómetro Virgo registraron un pasaje de ondas gravitacionales.
El fenómeno asociado que se ha identificado es la colisión de dos estrellas de neutrones a aproximadamente 130 millones de años luz. Dos segundos después, el telescopio espacial Fermi de la NASA registró un estallido de rayos gamma de alta intensidad que rápidamente identificó la dirección del fenómeno. Gracias a la comunicación rápida de la NASA, muchos astrónomos de todo el mundo han podido apuntar sus telescopios en esta dirección. Casi 70 observatorios pudieron grabar parte del evento gracias a las ondas electromagnéticas. Esta es la primera vez que un fenómeno cósmico se puede observar con la ayuda de ondas electromagnéticas y ondas gravitacionales. Juntas, estas dos observaciones traen mucha información. Esta es la primera prueba directa de que las ondas electromagnéticas y las ondas gravitacionales viajan a la misma velocidad, la velocidad de la luz. Otra predicción de Albert Einstein. También es la primera confirmación de que la fusión de estrellas de neutrones está realmente en el origen de ráfagas cortas de rayos gamma.
Los resultados de las observaciones combinadas entre las ondas electromagnéticas y las ondas gravitacionales deberían aportar mucha información a la astronomía: esto ya se llama astronomía de mensajes múltiples. La astronomía multi-mensajera debería permitirnos aprender más sobre la creación y dispersión de elementos pesados, especialmente oro y platino. También debería proporcionar herramientas para medir la expansión del universo. Para acelerar los descubrimientos, tenemos que esperar la apertura de nuevos interferómetros de ondas gravitacionales, por ejemplo, Kagra, que debería lanzarse en Japón el año próximo, o Indigo, que realizará observaciones desde India a partir de 2023. A más largo plazo, el proyecto eLisa de la agencia espacial europea promete ir aún más lejos gracias a un interferómetro espacial cuyas armas tendrán 2,5 millones de kilómetros de longitud. El lanzamiento está programado para 2034.
Imagen de la NASA
Fuentes